¿Quién es y cuál es el rol de María Corina Machado en el contexto geopolítico global?

El presente artículo está basado en unas notas originales elaboradas en noviembre de 2023 luego de las elecciones primarias de los sectores de oposición de Venezuela donde resultó supuestamente victoriosa la portavoz política de la burguesía tradicional y de la derecha global, María Corina Machado. Hoy, a propósito de la entrega de «su» premio Nobel de la Paz, a la cual no asistió por el temor a un atentado (la víctima perpetua) hemos reelaborado el artículo de hace dos años y lo compartimos con ustedes en el contexto de los eventos  y circunstancias más recientes.

Equipo Análisis de La Tabla/Plataforma de Periodismo de Datos Versión Original NOV 2023 Versión Actualizada DIC 2025


María Corina Machado se ha consolidado como la figura polarizante y determinante de la oposición venezolana en la década de 2020. Su trayectoria política, su perfil socioeconómico y sus estrategias de campaña la sitúan en el centro de un debate que trasciende lo electoral para adentrarse en conflictos históricos de clase, poder e injerencia externa.

Este artículo analiza su figura a partir de los principales ejes discursivos que emergen de la crítica publicada en el medio La Tabla en noviembre de 2023, contextualizándolos en el marco de la lucha por el poder en Venezuela.

Estructura y puntos clave del análisis original

El artículo de La Tabla se organiza en cuatro líneas argumentales principales:

1Financiamiento y articulación internacional: Se afirma que su candidatura (y toda su propuesta política en general) está respaldada por un ecosistema de organizaciones civiles y fundaciones políticas extranjeras (especialmente alemanas) que operan en Venezuela desde finales de los años 80, promoviendo un modelo de «política de ciudadanos» sin partidos.
2. Proyecto de la burguesía oligárquica: Se la presenta como un proyecto político de la gran burguesía industrial-financiera venezolana, que busca recuperar el control directo del aparato del Estado, históricamente en manos de políticos de origen popular o trabajador tanto bajo el chavismo (en la actualidad) cómo durante gran parte del periodo bipartidista (1958-1998).

3. Estrategia de victimización: Se señala que Machado construye su narrativa política desde el rol de víctima—ya sea de los partidos opositores, del chavismo o de supuestas persecuciones—como recurso para ganar legitimidad y apoyo.

4. Cuestionamiento de las elecciones primarias : Se ponen en duda la transparencia y validez del proceso de primarias opositoras del 22 de octubre de 2023, acusándolo de carecer de actas, auditorías y trazas electorales verificables, lo que habría facilitado su triunfo en un escenario amañado.

Durante los últimos dos años (desde las elecciones primarias de OCT 2023) las operaciones políticas de Machado estarán marcadas y determinadas por estos cuatro factores constitutivos y caracterizadores.

Origen y representación de clase

María Corina Machado proviene de una de las familias tradicionales más acaudaladas de la oligarquía caraqueña, vinculada a clanes empresariales de diversos sectores. Su candidatura es interpretada por sectores oficialistas—y por análisis afines como el de La Tabla—como la materialización de un antiguo anhelo de las burguesías latinoamericanas: que un heredero directo de la elite económica asuma el poder político, desplazando a líderes de origen popular o con discursos populistas. Su presentación de un equipo técnico de asesores económicos bien perfilado es leído no solo como muestra de seriedad, sino como un guiño al capital financiero global y a los empresarios que aspiran a una gestión tecnocrática del Estado.

Articulación con actores internacionales y de la sociedad civil

Una de las críticas recurrentes es su vinculación con una red de organizaciones no gubernamentales, fundaciones políticas europeas (en particular alemanas) y un ecosistema de asociaciones civiles que, desde los años 90, promueven en América Latina un modelo de participación política “sin partidos”. Este entramado, según la fuente analizada, habría creado las condiciones para que Machado se presentara como candidata “independiente” y lograra una proyección mediática y organizativa desproporcionada.

La victimización como estrategia
A lo largo de su carrera, Machado ha cultivado la imagen de víctima política: de la exclusión partidista, de la “tiranía chavista”, de inhabilitaciones administrativas y judiciales.

Esta estrategia le permite eludir debates de fondo sobre su programa y presentarse como símbolo de una lucha contra la persecución. El artículo incluso recuerda un incidente de 2008 en el que habría simulado un ataque para reforzar esta narrativa, mostrando una continuidad en el uso de este recurso retórico y emocional.

Contexto electoral controversial

El triunfo de Machado en las primarias de octubre de 2023 estuvo marcado por denuncias de opacidad. La falta de actas físicas, la ausencia de auditorías integrales y la imposibilidad de verificar los subprocesos electorales generaron dudas sobre la legitimidad del resultado. Para el chavismo, esto fue una “puesta en escena” que buscaba proyectar una unidad y un respaldo popular que, en la práctica, no estaría verificado. Esta controversia alimentó la judicialización del proceso y la posterior inhabilitación de Machado por parte del Tribunal Supremo de Justicia.

Machado en el tablero político actual

María Corina Machado encarna, más que una candidatura, un proyecto de restauración del poder político de las élites económicas tradicionales venezolanas, articulado con redes internacionales y envuelto en una narrativa de victimización y lucha democrática. Su figura concentra los antagonismos históricos del país: pueblo vs. oligarquía, chavismo vs. oposición, soberanía vs. injerencia. En el contexto actual, su inhabilitación y la presión internacional a favor de su candidatura han tensado aún más el panorama político, reavivando debates sobre la legitimidad de los mecanismos electorales y el futuro de la democracia en Venezuela. Su caracterización, por tanto, no puede desligarse de estas capas de conflicto económico, mediático y geopolítico que definen la crisis venezolana del siglo XXI.

 

A modo de cierre

Los eventos recientes (y su constitución en procesos históricos) confirman la caracterización de María Corina Machado como operadora política al servicio del capital global.

El despliegue naval estadounidense en el Caribe respalda su pretensión de poder, tras haber ofrecido la privatización de los recursos nacionales.

Su reciente negativa a recibir personalmente un «premio internacional», alegando riesgo de un atentado, reafirma su estratégica victimización perpetua.

Simultáneamente, manipula la narrativa electoral manteniendo el principio de la democracia bipartidista venezolana 1958-1998 de “acta mata voto».  Hoy pretende validar una victoria en 2024 mediante actas de origen cuestionable y dudoso, demostrando que su compromiso no es con el proceso democrático, sino con el control del poder por cualquier medio.

Así, su proyecto fusiona los intereses de la oligarquía tradicional con los del capital corporativo global, exacerbando la injerencia y la desestabilización nacional.

FUENTE: LA TABLA

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