Las recientes denuncias presentadas por el periodista Alejandro Marcano Santelli, dibujan un mapa complejo donde convergen narcotráfico, poder político, lavado de dinero y redes internacionales de influencia. Lo expuesto apunta a una estructura criminal transnacional que opera desde Venezuela con ramificaciones en Colombia, México, República Dominicana, España y Estados Unidos.
El eje del narcotráfico: Sucre como plataforma logística
Según la investigación presentada, el estado Sucre estaría funcionando como un nodo logístico clave para el tráfico de cocaína, con envíos estimados entre 2 y 4 toneladas por operación, varias veces por semana. La droga, proveniente principalmente de Colombia, llegaría por vía aérea a fincas con pistas privadas —una de ellas en San Diego— para luego ser movilizada por rutas marítimas.
Los nombres que destacan en esta estructura son Jonathan Marín y Douglas Martínez, señalados como operadores centrales de un cartel que actuaría como socio, competidor o estructura paralela del llamado “Cartel de los Soles”, dependiendo del momento y del equilibrio interno de poder.
Martínez, según el testimonio, posee una mansión en Puerto Santo, utilizada presuntamente para reabastecimiento de embarcaciones, cambios de tripulación y almacenamiento de droga. En la zona también operaría una supuesta “recuperadora de metal”, presentada como fachada comercial para ocultar actividades ilícitas.
Lejos de una estructura centralizada, lo descrito es un sistema de feudos: gobernadores, altos mandos policiales y militares controlan territorios específicos, rutas y negocios. Cada región funcionaría como un “virreinato”, con autonomía operativa y alianzas propias con carteles internacionales, incluidos el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México.
El caso Jonathan Marín: contratos, testaferros y fuga
Marín es descrito como un personaje que pasó de pequeños contratos a convertirse en gran contratista de PDVSA, apoyado por los hermanos Urbano Fermín, señalados como sus testaferros. Tras conflictos internos, detenciones frustradas y salidas del país, terminó con inversiones en República Dominicana, incluyendo centros comerciales y negocios energéticos como el coque petrolero.
Plus Ultra y las hijas de Zapatero
Uno de los capítulos más delicados de la denuncia involucra a Laura y Alba Rodríguez Zapatero, hijas del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. Según lo expuesto, crearon en 2019 una empresa de servicios digitales que habría facturado cientos de miles de euros y que, posteriormente, abrió operaciones vinculadas a Venezuela justo cuando estallaba el caso Plus Ultra.
