Mar de Fondo: Golpe fulminante

Por Omar González Moreno

En un movimiento decisivo, el presidente de EEUU, Donald Trump, tomó la medida de rescindir las licencias petroleras a Chevron, una acción que representa un golpe fulminante para la corrupción del régimen de Nicolás Maduro y sus cómplices.

Esta decisión busca modificar el delicado equilibrio de poder en el país, donde los recursos naturales han sido utilizados descaradamente para el enriquecimiento ilícito de una élite corrupta que se dice socialista.

La revocación de las licencias significa que aproximadamente 400 millones de dólares mensuales dejarán de fluir hacia las arcas de la dictadura venezolana, dinero que ha sido, en gran medida, canalizado hacia prácticas corruptas y la represión del pueblo.

La industria petrolera, que es la columna vertebral de la economía venezolana, se ha visto comprometida por años de mala gestión y corrupción, permitiendo que aquellos en el poder se beneficien obscenamente.

Al limitar la capacidad de Chevron para operar, Trump no solo está tomando medidas económicas, sino también enviando un mensaje claro sobre la necesidad de rendición de cuentas y el fin de la impunidad.

Esta acción ha sido recibida con agrado por millones de opositores al régimen de Maduro, quienes ven en ella una oportunidad para fomentar cambios positivos en Venezuela.

La medida también plantea interrogantes sobre cuánto tiempo más puede resistir Maduro en el poder sin el chorro de petrodólares que le ha permitido, no solo engordar su riqueza personal y la de sus allegados, sino mantener el aparato militar y policial que es lo único que lo mantiene en el poder.

La población venezolana, que ya enfrenta una crisis económica y social severa desde que el chavismo llegó al poder, no sentirá en lo mas mínimo las consecuencias de la reducción en las operaciones petroleras, ya que nada de ese dinero ha servido para mejorar sus condiciones de vida.

No ha mejorado los hospitales, ni las escuelas, tampoco los sueldos ni las pensiones, los servicios públicos han empeorado y no hay ninguna obra importante que mostrar.

En conclusión, la decisión de rescindir las licencias a Chevron se erige como un acto práctico en la lucha contra la corrupción en Venezuela y, en consecuencia, contra la pretensión de Maduro de mantenerse en el poder por la fuerza.

A medida que el mundo observa, la comunidad internacional deberá seguir presionando para demoler los endebles pilares que sostienen la tirania y que se tomen medidas que aseguren el respeto a la democracia, la transparencia y la recuperación del país, permitiendo que sus recursos beneficien a sus ciudadanos en lugar de llenar los bolsillos de unos pocos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *