El ejército de Estados Unidos ha llevado a cabo al menos 13 ataques contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico, en su mayoría en el Caribe, desde principios de septiembre, dejando alrededor de 57 muertos. El Pentágono ha proporcionado pocos detalles sobre las personas atacadas, pero reconoció que entre ellas hay ciudadanos de Venezuela, Colombia y Ecuador.
El grupo de ataque del portaaviones Gerald Ford suma unos 10.000 efectivos adicionales y un enorme poder de fuego al despliegue, que ya incluye destructores con misiles guiados, aviones de combate F-35, un submarino nuclear y unos 6.500 soldados.
El Pentágono no ha explicado por qué se requiere tal poder militar para operaciones antinarcóticos.
Desde que asumió el cargo en enero, Pete Hegseth ha tomado una serie de medidas para controlar el flujo de información. Según un memorando del 15 de octubre, ordenó al personal del Pentágono obtener permiso previo antes de interactuar con miembros del Congreso.
También ha iniciado investigaciones por filtraciones y exigido que los periodistas acreditados en el Pentágono firmen una nueva política de acceso a la prensa, retirando las credenciales a quienes no lo hicieran.
El Pentágono no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
TRÁFICO DE DROGAS
La administración de Trump ha vinculado directamente a los gobiernos de Venezuela y, más recientemente, Colombia, con el narcotráfico, acusaciones negadas por ambos gobiernos. Sin embargo, esas afirmaciones han despertado preocupación de que el ejército estadounidense pueda ser encargado de realizar ataques en ambos países.
El senador Lindsey Graham, un influyente republicano cercano a Trump, sugirió en una entrevista televisiva el domingo que Trump presentará pronto al Congreso un plan con “futuras operaciones militares potenciales contra Venezuela y Colombia”.
En agosto, Washington duplicó la recompensa por información que lleve al arresto de Maduro, elevándola a 50 millones de dólares, acusándolo de vínculos con el narcotráfico y grupos criminales, acusaciones que Maduro niega.
Las tensiones entre Estados Unidos y Colombia, vecino de Venezuela, también se han intensificado en los últimos días, luego de que Trump acusara al presidente colombiano Gustavo Petro de ser un “líder del narcotráfico ilegal” y un “tipo malo”, calificativos que el gobierno de Petro consideró ofensivos.
Washington impuso sanciones contra Petro el viernes.
Graham afirmó que Trump tiene toda la autoridad necesaria para llevar a cabo operaciones en América Latina:
“Estos activos militares se están movilizando para enfrentarse a un país que tiene sangre en las manos, al inundar nuestro país con drogas provenientes de Venezuela y Colombia”,
dijo Graham en el programa Face the Nation de CBS News, con Margaret Brennan.
“Espero que Maduro se vaya pacíficamente, pero no creo que permanezca mucho tiempo más.”